La última guía a aoraciones

Los siete dolores que padeció la Virgen representan el sufrimiento de María a lo extenso de toda una vida al unirse al sufrimiento de su hijo, Jesucristo.

Su súplica de paciencia a Dios se refleja en esta Gracejo: “Les atinaré cuanto pidan, siempre que no se oponga a la adorable voluntad de mi Divino Hijo ni a la santificación de sus almas”.

Haced, Origen mía, que la pinta lastimosa del desangrado cuerpo de Jesús mi salvador hiera el mío con un vivísimo dolor de haber renovado tan acerbos tormentos; haced que la muerte de Jesús mi salvador limpie y enardezca mi corazón hasta ahora tan corrompido y tan frío; haced que su suplicio y vuestros dolores me muevan a dolor y penitencia de mis culpas, a fin de que regenerado por la divina Chispa os acompañe compasivo, y logre consolaros a fuerza de afecto, rendimiento y correspondencia.

La Agudeza que ofrece para este sexto dolor es: “Los ayudaré visiblemente en el momento de su muerte. Verán el rostro de su Madre”.

Gracias a las almas que la honran y la acompaña rezando 7 de MaríTriunfador y un Padre Nuestro por cada uno de sus dolores.

Rezar los 7 Dolores de la Virgen es una modo de expresar simpatía y devoción en torno a María, confiando en su intercesión y buscando imitar su ejemplo de entrega y fidelidad a Alá.

El diezmo actualmente consiste en topar un día de ingresos. Se divide su ingreso anual entre los 365 díCampeón del año y eso es lo que OBLIGA a darse cada año. En efecto, es obligatorio y está establecido como tal en los mandamientos de la Iglesia.

“Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del Corazón de Cristo.

¡Ah! ¡que no hay entendimiento que pueda comprender, ni fortaleza que pueda resistir la desgarradora traza de ese cuadro desoladísimo que presenta la Casto en su amarga soledad!

4. «Les adivinaré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas.»

¡Ay Origen mía afligidísima! Yo me acerco a Vos deseoso de consolaros con filial y piadoso afecto, y de acompañaros y serviros en vuestra desolada soledad. Yo vengo con firme propósito de seguiros en vuestra vía dolorosa, ansioso de llegar por ella al seno consolador y oportuno de la virtud, llorando en la soledad de mi corazón contrito y humillado, mis innumerables culpas y extravíos causadores de los tormentos a Jesús y de vuestros dolores y amarguísima soledad.

¡al ver su cabecera taladrada por agudísimas espinas; su divino rostro salpicado de mortandad y empañado por el polvo e inmundas salivas; sus Fanales amortecidos; su cuerpo magullado a golpes, cubierto de llagas de cabeza a pies, sin figura de hombre, y en medio de la gritería y enfurecimiento de aquella muchedumbre sedienta de la crimen del Preciso!

La estructura del Rosario de los Siete Dolores se divide en siete misterios, cada individualidad representa un dolor específico de María. Estos siete misterios son los siguientes:

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